Durante el mes de abril se celebra la concientización sobre el consumo de alcohol y como parte de un seguimiento al tema y relacionado con la publicación anterior, tenemos este artículo que trata sobre el problema del abuso de alcohol en tiempos de crisis.
Si bien es cierto que el consumo de alcohol para muchos es una forma de disminuir el estrés y relajarse, hay una diferencia muy grande cuando esta situación se sale de control. Lamentablemente muchos hechos interconectados, son las que llevan a una persona a abusar de las bebidas alcohólicas y de otras sustancias.
El hecho de estar bajo la incertidumbre sobre alguna situación relacionada a la vida laboral, familiar, económica y social debido a una crisis momentánea o más prolongada (como lo es una pandemia), puede llevar a la gente a perder el enfoque y a buscar caminos incorrectos para intentar aminorar problemas o disfrazar la realidad, claro está, que estas opciones no siempre son las adecuadas.
Según el Reporte Nacional sobre el Impacto Emocional de la Pandemia, las mujeres son más propensas a sufrir de efectos negativos, que las llevan a escudarse en el alcohol. Situaciones como el estrés, la baja productividad, depresión, ansiedad, pocas horas de sueño, responsabilidades en el hogar, la salud en general y cualquier otro efecto relacionado al propio encierro y los cambios en que se interactúa con la sociedad, son algunos de los problemas que desencadenan el acercamiento con el alcohol.
Durante este año de pandemia, ha habido un aumento considerable en el consumo de alcohol. Existe una línea muy delgada entre lo que significa beber moderadamente y beber compulsivamente. Muchos expertos consideran que mientras las personas se sientan bien y cumplen con todas sus responsabilidades y forman parte de los que beben cantidades estándar, no tienen problema alguno; por el lado contrario, cuando se dejan de atender las obligaciones y el hecho de consumir alcohol genera problemáticas en el entorno, es ahí cuando hay que establecer límites y poner orden.
Existen señales que hay que considerar cuando se trata de abuso de alcohol, entre las cuales tenemos: el aumento significativo en la cantidad de alcohol que se consume, los amigos y familiares comienzan a preocuparse, cambios en la rutina de sueño, la bebida comienza a modificar nuestra vida cotidiana.
Beber responsablemente es una manera de entender parámetros, establecer límites, conocerse a si mismo. Cada persona es diferente y también responsable de sus propias acciones.
En conclusión, la mejor forma de lidiar con problemas de estrés relacionado a la pandemia es a través del ejercicio, mejorando las relaciones familiares por medio del uso de las tecnologías y a pesar de que la situación está mejorando significativamente, va a tomar un tiempo más en regresar a lo habitual. Buscar ayuda con amigos y familiares también es una alternativa, canalizar las energías en la creatividad, aprender algo nuevo, conectarse con la naturaleza, entre otras opciones, ayudan a estar alejados del mundo del alcohol.
Fuentes.
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