Lamentablemente, estamos en un momento en donde todo está catalogado, etiquetado y segregado porque para el mundo es una manera de tener un “orden” para ciertos fines; pero cuando se trata de estigmatizar o etiquetar a las personas que están pasando por un problema de salud público que es el abuso de sustancias, el daño que se le ocasiona a esa persona es irreparable y puede culminar con consecuencias desastrosas.
De acuerdo con estudios realizados por El Instituto de Investigación y Recuperación del Hospital General de Massachussets, afiliada a la Escuela de Medicina de Harvard, sobre el avance del tratamiento y la recuperación de adicciones, las personas que consumen sustancias tienden a ser más estigmatizadas que otros grupos, por ejemplo, con aquellos que tienen problemas con el cigarro o la obesidad.
Es abrumador conocer que muchas veces el estigma se le relacione a alguna cuestión moral y/o familiar antes de que se le reconozca que se debe a una condición de salud como cualquier otra enfermedad.
Este estudio respalda investigaciones anteriores que sugieren que el consumo de sustancias es un comportamiento muy estigmatizado que puede tener implicaciones para el tratamiento. Incluso cuando se remiten, pueden permanecer actitudes estigmatizantes hacia las personas con Trastorno por Uso de Sustancias (SUD), por sus siglas en ingles.
No está claro si este sesgo disminuye con el tiempo de recuperación o desaparece por completo. Sin embargo, esto puede significar que las personas que se están recuperando de una afección relacionada con las sustancias pueden enfrentar mayores desafíos de estigma y discriminación incluso mientras mantienen la remisión a lo largo del tiempo.
El estigma es una barrera que no permite que la persona necesitada, busque los tratamientos o los servicios requeridos para salir de la condición en la que se encuentra.
El modo de comunicarse o de referirse a personas que están bajo alguna situación relacionada al abuso de sustancias es primordial para hacerlo de una manera que no se hiera y lastime. Para que estemos en condiciones de favorecer ambientes de esta naturaleza, es importante conocer e informarnos, ser más empáticos, evitar prejuicios, ser justos, en otras palabras, ser más humanos con todos.
Las adicciones sin duda son un problema muy grave para la salud publica y para contrarrestar los efectos, se tiene que compartir la responsabilidad y todos poner de su parte para evitar que aumenten exponencialmente las tasas de mortandad, enfermedades crónicas a las que se les relaciona y a las distintas discapacidades.
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