Hay mucho que cualquier ciudadano regular miembro de una comunidad debería de hacer para mantener cierto orden o estabilidad en la sociedad. Participar en las tareas comunitarias es una manera de mostrarle a nuestro entorno que nos importa y que cuidarnos unos a otros representa un esfuerzo conjunto, sinónimo de bienestar colectivo.
La salud comunitaria ha tenido grandes transformaciones y actualmente, los centros comunitarios o ferias de salud donde regularmente se ofrecen servicios de salud comunitarios, tienen un gran compromiso con las comunidades, sobre todo para aquellos grupos minoritarios que tienen limitaciones o barreras para tener acceso a los servicios médicos debido a factores como: altos costos, barreras con el idioma o la falta de información creíble.
La pandemia nos ha dejado muchas lecciones, pero ahora el reto es poner en práctica lo aprendido. Cuando se trata de ayudar a otros, primero debemos ayudarnos a nosotros mismos para después solidarizarse, por ejemplo, el hecho de no salir cuando estamos enfermos para no contagiar a otros, habla de tener sentido de responsabilidad y procurar la salud comunitaria indirecta.
Como comunidad tenemos que ser un poco más empáticos con los demás y dejar a un lado ciertas diferencias porque al final de día navegamos en las mismas aguas, aunque en distintos barcos. Las acciones de unos afectan a los demás directa o indirectamente.
La salud preventiva es un reto que debemos atender. Debemos darnos un tiempo y aprovechar cuando tenemos la oportunidad de recibir servicios de salud preventivo y que en la mayoría de los casos son servicios completamente gratuitos.
Garantizar eficiencia en la prestación de servicios de salud pública, sin duda es un reto mayor para los gobiernos en los distintos niveles, pero la tarea que llevan a cabo las distintas organizaciones que prestan servicios de salud comunitarios, así como de la contribución que hace la iniciativa privada en este arduo trabajo es digno admirarse porque ayuda a que la responsabilidad sea compartida.
Cuando la población participa de manera activa al acercarse a estas ferias de salud para recibir estos servicios, o que lo hacen al formar parte de los equipos de voluntarios que hacen que las actividades sean más fáciles de sobrellevar, ofrecen la posibilidad de que los servicios continúen ofreciéndose ya que todo funciona como lo establece la ley de la oferta y la demanda. Si hay proveedores de servicios de salud comunitarios pero la comunidad no atiende, promueve y/o participa, eventualmente los servicios dejaran de ofrecerse.
Los grupos minoritarios tiene muchas dificultades para tener acceso a servicios de salud de calidad y a precios accesibles o gratuitos, por eso es necesario participar activamente como comunidad para intentar reducir las barreras y garantizar la salud por igual.
Cuidar de nuestra salud no debería ser tan complicado, y lo tengo que mencionar nuevamente, cuando nos cuidamos a nosotros mismos ya estamos iniciando el camino hacia tener una salud comunitaria de calidad.
Para evitar problemas de salud graves como las que actualmente están afectando delicadamente a las comunidades como el cáncer, problemas de hipertensión, diabetes entre otros, debemos comenzar a preguntarlos que estamos haciendo hoy para estar saludables el día de mañana.
Muchas veces, las enfermedades crónicas se pueden evitar gracias a acciones sencillas como visitas preventivas regulares a nuestro doctor de cabecera, revisiones, exámenes, llevar una buena dieta, incluir ejercicio a nuestra rutina, evitar en la medida de lo posible el alcohol y el tabaco, y entre otras medidas; son algunas de las alternativas que nos pueden ayudar a tener una salud de primera con el paso de los años.
Fuente:
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