Los opioides son una clase de fármaco para reducir el dolor (pastillas recetadas). Los opioides son altamente adictivos, y cambian la forma en que el cerebro funciona. Cualquier persona puede desarrollar una adicción, aun cuando los opioides son recetados por un proveedor de atención médica y son tomados según las instrucciones. De hecho, millones de personas en los Estados Unidos sufren de adicción a los opioides.
El índice de muertes por sobredosis ha aumentado de forma alarmante en los últimos años. Según datos provisionales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC, por sus siglas en inglés, los números indican que hubo un estimado de 100,306 muertes por sobredosis de drogas en los Estados Unidos durante el período de 12 meses que terminó en abril de 2021, un aumento del 28.5% de las 78,056 muertes durante el mismo período del año anterior.
Lamentablemente, la epidemia de sobredosis por drogas continúa empeorando y extendiéndose rápidamente y cada vez más, hay drogas sintéticas fuertes involucrados, en general combinadas con otras sustancias.
El Día Internacional de Concientización sobre la Sobredosis es un evento que se celebra el 31 de agosto de cada año y su objetivo es el crear conciencia sobre la sobredosis y reducir el estigma que se hace presente con las muertes o problemas de salud relacionadas con el buso de sustancias. Durante este día, se realizan distintas actividades en todo el mundo para recordar a los familiares y amigos quienes han perdido la vida a causa de una sobredosis por el abuso de las drogas.
Las muertes por sobredosis se pueden prevenir y para que esto sea posible, la comunidad tiene que ser parte de los esfuerzos por informar, de participar en la promoción de recursos o eventos de prevención, o estar al tanto de lo que pasa a nuestro alrededor para entrar en acción cuando se necesite.
Si tenemos la inquietud y la voluntad de infórmanos sobre los opioides, podemos ser agentes de cambio en la comunidad ya que podremos identificar a posibles individuos con riesgo de tener un trastorno por consumo de opioides y eventualmente sufrir de una sobredosis.
Participar activamente en las distintas actividades que se llevan a cabo en nuestras comunidades, es otra de las alternativas que tenemos para crear conciencia sobre la importancia de compartir la información para prevenir alguna sobredosis.
Si somos empáticos, y somos conscientes de que los pacientes que sufren y luchan con los trastornos por consumo de opioides, piden ayuda a gritos pero que muchas veces no encuentran las formas para decir lo que sienten o no encuentran a una persona capaz de escucharlos sin juzgarlos, podemos ayudar a esa persona a que encuentre la atención médica y el tratamiento adecuados.
Sin duda, reducir el estigma en la gente que atraviesa por un trastorno por consumo de opioides es algo que tenemos que tener en cuenta porque debemos saber que esta gente no elige estar en esta condición, hay muchos factores presentes que llevan a los pacientes sufrir de estas enfermedades. Los trastornos por consumo de opioides pueden tratarse, y para que esto sea posible, el paciente necesita la información adecuada, la ayuda de la familia y de su comunidad.
El estigma impide que las personas reciban la mejor atención posible. Lo único que se logra al etiquetar a las personas que sufren algún trastorno o adicción, es limitarlo a que hable de lo que le sucede y no busque la ayuda necesaria. Erróneamente se piensa que la adicción se debe a la falta de voluntad, pero muchas veces hay otras situaciones alrededor de cada persona que impide que se busque un tratamiento que las ayude a reconstruir su vida, sus relaciones y su salud. La situación económica, el nivel de apoyo familiar, la disponibilidad de los servicios y demás, son algunas de las situaciones limitantes que impiden recuperar la salud y el bienestar del paciente.
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